Continuación del Relato de nuestro compañero Pascual ( RONDA )

Continuación de Ronda

Continuamos; Cuando ves empezar a desfilar a los ciclistas saliendo bajo el arco de salida, te empieza a subir un cosquilleo por el cuerpo que las pulsaciones se te disparan como si subieras el Mulacen, y piensas bueno ahora si que ya no hay marcha a tras que estamos metidos en lío y que a por el.

Y después de ellos hay que vamos nosotros los marchadores y ves como la gente se va disparada para la linea de salida como si la carrera fuera de 500 metros. y detrás del discurso de el alto mando de la Legión los tres vivas de rigor ( viva España, viva el Rey y viva la Legión ), el cohete y por fin la salida. Los dos primeros kilómetros son muy especiales, por que ves a toda una ciudad volcada en las calles animando a todo el que pasa, haciendo un pasillo que te crees que eres el mejor corredor de la historia, por una ciudad llena de historia y con unas calles con recuerdo a antaño.

Toda la mitad de la carrera es bastante cómoda, lo que si afecta es la temperatura, que como el sol casque, tela pero tela de verdad. Vas en grupos unos van otros vienen, otros te pasan tu vas pasando, la verdad que muy amena toda la primera parte de carrera. Es a partir del 50 ó 60 cuando los pequeños problemas van incresendo y como unas simples ampollas te van mermando y destrozando, que ese fue mi caso. pero el recorrido a la par que duro se va haciendo ameno con los corredores que te vas encontrando y los que te ven encontrando a ti.

Lo mejor es cuando llegas a  ese punto en el que alguien te espera con lo necesario para cambiarte y poder continuar lo mejor posible el resto del recorrido. Y aprovechas y echas un refresco a tu cuerpo, en mi caso una cervecita bien fría y un plato de olivas, que hay que decir que me sentaron de lujo y me enchufaron a la carrera otra vez.

 

Y a partir de ahí a sufrir tocaba, pues desde hay a meta me quedaba solo 40 kilómetros de los 101 totales y levaba echos 60 en poco mas de 8 horas. Y no se hizo eterno sino lo siguiente ultraterno tarde lo mismo de hay a ronda que de la salida hay mas de 8 horas en recorrer los apenas 40 kilómetros que me quedaban y es que los pies dijeron basta y las ampollas tomaron el control de mi situación y ellas marcaron el ritmo que debía llevar hasta el final.Aun así llegue al cuartel a cenar una cena que se agradece, un poquito de arroz tres delicias, un perrito caliente, y un caldito caliente que entra muy bien, todo acompañado por una cola. Y a segur camino que aun quedaba lo peor, subir a la ermita, tremenda la dureza de ese pico y más a la altura de carrera que se encuentra sobre el kilómetro 80 mas o menos donde uno ya si que se le pasa por la cabeza muchas, muchas cosas y no buenas sobre terminar. Pero uno no va a esos lugares a retirarse por unas simples ampollas y con dolor del que aguantar un poquito te cuesta muchas lágrimas continué en lo mas profundo silencio y la mas profunda oscuridad solo rota por la luz de mi frontal. Depues de pasar la ermita, y para variar del año pasado este han endurecido la prueba y antes de llegar a la cuesta del cachondeo, que ya entiendo por que le llaman así ( por que sube todo el mundo con una cara de risa que parece que te vas partiendo la caja ) han metido otro montecito para hacerla mas competitiva dicen, así que todo se alargo unos 40 minutos mas de lo que años atrás se estaba tardando en hacer la prueba.

Y por fin pasando la cuesta del cachondeo que la verdad a mi no se me hizo larga ni dura si no por el dolor de las ampollas, entras en Ronda con las calles casi vacías ( por lo menos a la hora que llegue yo ) hasta llegar casi a meta donde si la gente se agolpaba en las aceras para darte el ultimo empujón para entrar en meta, y donde ya si que uno suelta todo lo que lleva dentro durante 16 horas en el cuerpo. Ves caras conocidas y emocionadas al verte llegar y sientes que ha valido la pena pasar lo que has pasao por que ellos an estado, están y estaran apoyandote siempre.

Después de este relato sobre mis 101 kilómetros de Ronda, quiero dar de nuevo las gracias a mis amigos de Sevilla que se desplazaron a vernos y que gracias a ellos todo resulto mas fácil. GRACIAS, MARC, LUCIA Y A SUS DOS JOYAS, PAULA Y MARTA os estaré agradecidos siempre. Y como no decirle a mi mujer que la quiero, que la quiero y que sin su apoyo esta locura en la que me he metido no seria posible y que nunca podre agradecerle todo el esfuerzo que hace para que yo pueda disfrutar de este deporte que me ha enganchado y me hace un poquito mas libre cada día. No puedo olvidarme de mis dos baterías de mi vida, mis dos hijos JAVIER Y RAÚL, que siempre me animan y me preguntan como voy y cuando es la próxima carrera y donde y me llena de emoción que mi hijo mayor siempre me pregunte si el también puede correr, como fue este caso que el pudo realizar una prueba infantil por las calles de Ronda y aquí una muestra.

Bueno esto no es una despedida ni mucho menos, creo que me quedan muchos proyectos por delante y el mas inmediato sera la Kiliant Classic en Font-Romeu pirineo Francés, donde podre correr por fin al lado de para mi el verdadero difusor de este deporte en el mundo. Y muchos proyectos mas que os iré desvelando más adelante.